Muchísimas veces nos encontramos personas que acaban ocupando un rol de pareja en nuestras vidas, personas muy importantes que aparecen para formar parte de nuestro Tikúm como le llaman los cabalistas o karma, ese plan que nos toca ejecutar en esta reencarnación, personas que llegan cargadas de aprendizajes para rectificar aquello que quizás quedó pendiente de otra vida anterior, como si debiéramos una asignatura de otro curso, y antes o después hay que aprobar. Otras a veces esa persona es simplemente inexistente y eso también es parte de nuestra rectificación, la soledad muchas veces es una gran oportunidad para prepararse para un gran amor que quizás llegue cuando estemos vibrando en esa perfecta armonía con nosotros mismos y así, solo así, se produzca el encuentro con tu alma gemela, encuentro que jamás es casual, encuentro del que se ocupa Dios o la conciencia divina y nadie más, solo cuando estás preparado para ello y te has convertido en la mejor versión de ti mismo.

El alma gemela eres tu mismo, en otro cuerpo.